Con todas las raíces tenemos que arrancar del alma
el temor y el terror de lo que se acerca al hombre
desde el futuro.
Ecuanimidad en todas nuestras sensaciones y sentimientos
respecto al futuro es lo que el hombre debe lograr.
Con un perfecto equilibrio del alma
tenemos que afrontar todo lo que venga.
Pensando tan sólo:
sea como sea lo que viene hacia nosotros
fluye de la sabia conducción del mundo.
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