"....he
vuelto a mirarme en el espejo de la inocencia. He recuperado el olor de lo
maravillosamente universal. He viajado a mis límites, he descendido a los
infiernos del miedo y subido al paraíso del júbilo. Todas y cada una de las
células que me componen guardan memoria de haber formado parte de un cosmos en
la frontera de lo posible... He sido, me he cumplido. Mi vida se me antoja
ahora más rica y extensa. Toda aventura es interior; de nada sirve la proeza
sin el pálpito de crecer hacia dentro...." (del libro Del bisturí al
Everest)
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